Ramón Cerdá : " La Ropavejera"

CRÍTICA – “LA ROPAVEJERA” : RAMÓN CERDÁ

“Siempre lo he considerado un imberbe y un débil, su aspecto enfermizo ya dice mucho de él, pero siendo hijo de quien es nunca he podido negarme a sus deseos y peticiones. Le debo demasiado a su padre. Lo que voy a contar ocurrió hace unos años – dos, o puede que tres-, pero lo recuerdo perfectamente, tengo muy buena memoria”

Con estas líneas Ramón Cerdá nos introduce de lleno a principios del siglo XX en España. Enriqueta Martí, conocida como “La Ropavejera” o también “La Vampira del Raval”, protagonista de una de sus mejores novelas negras. Un personaje, casi desconocido para mucha gente y que, debería dejar de serlo porque forma parte, a pesar de sus actos, de la historia de este país.

Desde los primeros capítulos el carácter de Enriqueta, llama poderosamente la atención y nos impide alejarnos de las páginas de este libro. Representa el mal en sí, el conducto para que otros males pudieran campar libremente a través de su tela de araña.

A pesar de lo que representa Enriqueta me ha resultado imposible no sentirme atraído por su maldad y su carácter, su capacidad de luchar contra la adversidad y que, sin olvidar sus crímenes, sentir lástima por ella y su terrible final.

Ramón Cerdá ha atrapado la esencia de esta mujer en estas páginas y  ha conseguido traer a primera fila tanto a la misteriosa figura de “La Ropavejera” así como los sórdidos, oscuros y crueles ambientes por los que se movía. A pesar de los misterios que todavía rodea esta figura criminal, la realidad se abre paso en cada página que devoras queriendo saber más sobre esta misteriosa mujer, aunque muchos retazos de su historia se escapan entre nuestros dedos, Ramón ha conseguido materializarla de tal forma que no nos puede dejar indiferente.

Agradezco a Cerdá el gran trabajo que ha hecho en esta novela que ha conseguido atraparme y que siempre quede un hueco en mi mente para la peligrosa y a la vez magnética personalidad de Enriqueta Martí.